martes, 23 de diciembre de 2008

Diálogo por comentarios


Esta entrada más que nada es para discutir algunos puntos sobre los comentarios de Shuldiner. Muchas gracias por los comentarios, me parecen interesantes, y me produjeron las siguientes consideraciones a tratar.

La religión es… Quizás en estos últimos años, las nuevas generaciones se estén separando del aspecto religioso. Es común ver en las iglesias europeas, casi vacías, solamente con personas mayores. En Latinoamérica, vivimos un proceso de desfase, mientras que en Europa ya había una larga tradición religiosa, es por parte de la colonización americana que fuimos inyectados por esta tradición judeo-cristiana. A pesar del proceso de modernización que se estaba llevando acabo, en Latinoamérica, se seguía un camino medieval. Es común aun ver como en los pueblos, en provincia (al menos aquí en México) aun se sigue con una fe muy fuerte, donde las nuevas generaciones aun tiene este aspecto religioso, pero también mezclado con un aspecto “postmoderno”. Se pueden ver peregrinaciones a las iglesias, cánticos, y rezos, peroe ste fenómeno no es exclusivo de México, es cultural. Quizás el poder es el que está dentro del aspecto religioso, poder en bruto. (Para mayores referencias ver Fenomenología de la Religión)

Es importante la religión para el que cree, pero la creencia no es opcional. Se vive con constantes creencias, sin siquiera saberlo. Se tiene la creencia de que el suelo es sólido, de que si giro a la derecha en una calle llegaré a tal lugar, quizás es sentido común, pero son creencias básicas en el ser humano, se cree en un orden en el mundo, el cosmos, que nada gira al azar, o quizás se crea lo contrario. La creencia religiosa puede que sea un aspecto cerebral, como varios científicos indican, para otros quizás sea un “mito vivido”, mostrado como fe. Considero que la ciencia es importante, pero también creo que no es la única realidad, también tenemos el aspecto literario, el poético, artístico, económico, político, etc. Se quiere encasillar la vida humana en una calculadora, quizás me ha faltado hacer una crítica a la racionalización supuesta del humano.

A lo referente a lo dicho por Dios: “Si Dios no existe entonces todo está permitido” En Antígona se puede leer el aspecto y contraposición de las leyes divinas y las terrenales.

No me apresures…“Dedicar a las cosas el tiempo que merecen”. No es una filosofía individual, más bien grupal, de sociedad. La forma en que es visto el tiempo parece tener un mayor anclaje en Kant, como aspecto de la estética trascendental, el tiempo es un esquema el cual nos permite movernos por el mundo, delimitarlo, pero parece ser que es al revés, el mundo gira y gira, nos ha tragado, pero no es Cronos, es la bolsa de valores que nos limita. Una canción que me agrada mucho por su simpleza y por la letra, pues dice: Se más duro, se mejor, más rápido, se fuerte. Una y otra vez se repite. El punto donde gira el mundo en la actualidad parece ser el dinero.

Otra de corrupción… Eco: Del griego OIKO, casa. Nomos: ley. Parece ser que se ha sistematizado, matematizado tanto al mundo que se han olvidado aspectos morales y éticos. Después de la caída de los grandes puntos, centros, o mansiones donde se regía el hombre (Mayores referencias en ¿Qué es el hombre? De Martín Buber, Historia de la filosofía de Luis Villoro), parece ser que nos quedamos en un nihilismo, en un lugar sin fundamento, llegando a una elevación de los aspectos materiales, monetarios, sin reglas, normas. Claro esta, que la economía surge de una geometría, de la medición del terreno, de un cálculo, para tener en cuenta las cantidades. Se ha llegado quizás a una EXISTENCIA POR ECONOMÍA (ver Antonio Caso). La regla del mayor esfuerzo por el menor esfuerzo como consecuencia de un largo proceso de racionalización del mundo.

Me pregunto si es posible simbolizar un orgasmo.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Del escepticismo, ángeles, demonios y brujas.


Escuchando la entrevista realizada a Michael Shermer, me pareció interesante hablar sobre él, pues indica una serie de pensamientos dignos de considerarse. En primer lugar, M. Shermer es Psicólogo y Doctor en Historia de la Ciencia, además de fundador del Skeptics Magazine. Su crítica se basa en el pensamiento no científico y en la superstición, el cual dio como resultado una serie de libros.

Expondré algunos puntos de la entrevista. En primer lugar, menciona que la cuestión de la fe es importante de analizar, y es la sociedad, la cual delimita la ciencia con aspectos morales, como es el caso de la clonación. Algunas personas consideran que no es apropiada la clonación, ya sea por prejuicios religiosos, morales, o por desconocimiento. Si se considera que en el mundo existen personas con gemelos idénticos, los cuales, tienen una alma (si se considera la existencia del alma) cada una de estas personas, es individual, tiene un alma distinta a la otra, por lo cual hay dos individuos allí. Por otra parte, la generosidad y el egoísmo, considera M. Shermer como propios de los humanos, pues se vive en un estado de contrato social, donde se realizan actos que adecuan l contrato y otros no, ya sea por la supervivencia o aprovechamiento de los recursos. El tema del bien y el mal es extenso, pues hay una fuerte connotación simbólica en ambos términos, de igual forma, se tiene un plano ético y moral, y de vida. M. Shermer considera que al parecer el hombre cae en una dicotomía, de blanco-negro, bien-mal, quizás por la división del cerebro del humano, también en el aspecto literario, puede considerarse la carga simbólica que conlleva pensar en este tema, pues el diablo, o la maldad, es visto como lo negativo del hombre, lo más bajo, lo terrenal y prohibido. También se tiene que considerar que esta forma de ver la vida, es parte del aprendizaje, pues se considera una causa para un efecto, es decir se busca una explicación para lo que sucede, y se imprime a los objetos un alma, una esencia, una entidad, por lo cual se explica a los sucesos negativos como consecuencia de una entidad maligna. Por otra parte, el hecho de pensar que los dones son divinos, puede acarrear problemas, es mejor pensar en lo que llama M. Shermer el “Efecto Mozart”, el cual indica que, una persona es capaz de realizar lo que se propone, siempre y cuando lo ejerza constantemente. Es el caso de Mozart, el cual, claro esta que tenía un don, pero se tiene que considerar que su entorno fue música, que empezó su estado música a muy temprana edad, con un estudio y practicas constante. Shermer, considera que para realizar una actividad y ser bueno en esta, se deben de ofrecer 10 000 horas.

La revista fundada por M. Shermer, Spetik , centra su investigación en sucesos paranormales, o pseudociencias, por medio de un “detector de mentiras” el cual consta de preguntas claras, que conllevan a la interrogación de los fundamentos de aquello que se afirma, como es el caso de la astrología o de los médiums. Es poner en tela de juicio la veracidad de las cosas para encontrar la verdad.

“La ciencia es escéptica por su naturaleza. Comienza con l hipótesis del No”

Por último, la idea con mayor dificultad, o quizás la más fácil, es si Dios existe. Para M. Shermer dice que es un terreno difícil y oscuro, pues no hay evidencia clara, para fundamentar una creencia verdadera, de esta forma su postura es agnóstica.


El pensamiento de M. Shermer, basado en el pensamiento científico, escéptico, el cual pone en tela de duda lo que se pone como verdadero. Como estudioso de la historia de la ciencia, se nota que en las venas lleva a Descartes y el método cartesiano de la duda, sin llegar a un escepticismo tan extremo.


En ocasiones se revisa en el periódico el horóscopo del día, o se va a que se le lean las cartas, se cree quizás en alguna superstición, como el no regar la sal, también se puede creer en los ángeles, en los ovnis, o en otro aspecto sobre natural, pero es importante poner en tela de juicio estas creencias. Dice M. Shermer:


“Somos criaturas supersticiosas por naturaleza, esto nunca desaparecerá, porque la superstición se debe a que somos animales que buscan pautas, buscamos las pautas aleatorias de la naturaleza y unimos los puntos para conectarlas si es necesario. Los tipos de superstición cambiarán con el tiempo, pero siempre seremos supersticiosos. Por ejemplo, en la Edad Media, la gente creía en las brujas... hoy en día la gente ya no cree tanto en las brujas, pero sí en extraterrestres o ángeles o fantasmas o lo que sea. “

La religión es...


“El temor de las cosas invisibles es la semilla natural de la que cada uno llama para si mismo religión”


Thomas Hobbes

No me apresures


En ocasiones nos desesperamos por la lentitud de la red, con la lentitud en que abren las páginas en la computadora, queremos que nos atiendan rápido en la tienda, en papelerías, restaurantes, mercados, etc. En la calle, quisieran los conductores de autos volar, pasar por encima del carro que les impide avanzar. Siempre corriendo, desesperadamente, en contra del reloj.

Carl Honoré, periodista, conocido principalmente por su apoyo al movimiento Slow. Escribió Elogio a la Lentitud, libro que difunde este pensamiento de la lentitud. C. Honoré considera que la lentitud actualmente desespera, quizás en consecuencia de que estamos en un mundo de alta velocidad. La filosofía Slow puede delimitarse en lo dicho por Honoré: “Dedicar a las cosas el tiempo que merecen”. No apuesta por la lentitud total, sino por un equilibrio, por apreciar las cosas, hacerlas bien, en lugar de hacer mucho, en pocas palabras en desacelerar.

En los últimos 30 años, afirma Honoré, se ha visto una aceleración del mundo, pues en los 90° es cuando surgen los adictos al trabajo, Workoholics, o yuppies. Se le indica al sujeto que tiene que hacer muchas cosas a la vez, para superarse, triunfar y resaltar. Es desde pequeños que se nos dicen frases como: “Venga, date prisa” “Camina más rápido”… Al parecer se nos “envenena con la rapidez” desde la infancia. Las consecuencias de este tipo de vida son claras actualmente, pues hay mayor estrés, depresión, obesidad (consecuencia de la comida rápida), fracaso en las relaciones amorosas, dificultad para relacionarnos, alto absentismo laboral, por mencionar algunos. Efectos como el estrés, o el efecto burn-out, quizás sean consecuencias de esta forma de vida, que nos impulsa a hacer muchas cosas, con rapidez, pagando un precio. Varias actividades que requieren tiempo se han modificado para las personas “sin tiempo”, se ha llegado a querer tomar clases de yoga en 15 minutos, el caso mejor visto es la comida rápida.

La música es escuchada mientras se conduce o camina, ya no se aprecia en descanso, se lee el periódico pero también se ve la tele, se habla por teléfono mientras se trabaja, es decir, se hacen ambas cosas, pero no con la dedicación que se merece.

Consejos rápidos para una vida más lenta.

1.- Hacer menos cosas. Entre más apretada este la agenda, mayor será el tiempo requerido para realizarlas, entre menos actividades se tenga, menor será el agotamiento y el estrés.
2.- Aprender a cocinar. El arte culinario, requiere de paciencia, pues no se puede pedir que salga un pastel en 15 minutos. Aprender a cocinar, enseñará a tener paciencia y poner énfasis en el procedimiento del hacer diario con tranquilidad.
3.- Apagar la televisión. La mayoría de las personas pasa mucho tiempo frente al televisor, desperdiciando tiempo que considera libre.


Para finalizar, se puede decir que la filosofía slow, conlleva a un mejoramiento de la vida, a una ecología, pues también considera aspectos como el medio ambiente, pues el entorno en el que se desenvuelve el individuo es fundamental para su salud, y un entorno tranquilo. El apreciar una buena comida, hecha con ingredientes cultivados cerca del lugar de distribución, tener la delicadeza de pasar tiempo de calidad con la pareja, leer con calma, caminar, y varias actividades más, con este tipo de pensamiento nos ayuda a mejorar. Un ejercicio el cual aconseja C. Honoré, y que puse en práctica es, el de estar parado en alguna esquina de la ciudad, y ver como pasa la gente para ver como va a prisa, caminado con rapidez, siempre a prisa. Considerando que Xalapa es provincia, se ve aun la rapidez inmersa, ahora trasladar el ejercicio como en la Ciudad de México, pues la velocidad se a crecenta. Es tiempo de tirar el reloj, que nos mantiene encadenados, y apreciar las cosas de la vida, de hacer las cosas con calma.

Moraleja para una filosofía slow


¿Quién ganó la carrera, la tortuga o la liebre?

Otra de corrupción


Nuevamente viendo la televisión, los noticieros muestran como la corrupción tiene varios rostros. Se mostró en un reportaje como en la Ciudad de México, los conductores de Taxis no encienden el taxímetro, siendo por ley una obligación. En consecuencia, los taxistas ponen la cantidad que desean a la hora de cobrar, siendo que el usuario incapaz de ver la relación de kilómetros trasladados y el monto a cobrar. Por otra parte, la famosa mordida en México, parece ser cotidiano, pues cuando un automovilista es detenido, entre el conductor y el policía se ponen de acuerdo para saltar la ley, arreglando la situación con un soborno. La corrupción se realiza de varias formas, es de pensar hasta que punto cada quien esta dispuesto a soportarla y participar en ella.

Efecto ventana rota


Es común ir caminando por las calles y ver un sin fin de grafitis, el cual ya ha llegado a considerarse arte, o una forma de expresión. Aun así, se tiene que recalcar que se esta dañando la propiedad, siendo que da un mal aspecto al entorno. La delincuencia puede que sea resultado de esto, la inconformidad y el malestar en general en las calles quizás es secuela del llamado “efecto ventana rota”. Este término se debe a los criminólogos James Q.Wilson y George Kelling quienes argumentan que el crimen es el resultado inevitable del desorden. Si una ventana esta rota y se deja sin reparar, la gente que pasa van a concluir que a nadie le importa y que nadie esta a cargo de ella. La forma en que cada quien cuida su entorno, ya sea tirando basura en los parques, no componiendo las ventanas, puertas, paredes, o dejando o dibujando grafitis, contribuyen a este fenómeno. Es de pensar que es necesario cuidar el entorno, para tener un orden y de esta forma no llegar a casos de delincuencia o de descuido.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Corrupción


Es de todos los días escuchar por la televisión a los periodistas críticos que están inconformes con las políticas del país, con la corrupción de los miembros del poder, de los miles de asaltos, secuestros, inseguridad en general, pidiendo a gritos que se restablezca una paz, la cual parece que nunca ha existido. Muchas personas se jactan de ser buenas personas, buenas en el sentido moral y ético, de seguir las normas y de ir en el mejor de los caminos, añadiendo el mito de un pueblo fuerte que no se deja pisotear por la violencia del crimen organizado, y a pesar de que han ocurrido un sin fin de sucesos funestos y reprobables en el país, se sigue considerando que hay dos grupos: el de la buena gente, trabajadora, que se mata de hambre todos los días y que es victima de la delincuencia, de los rateros, secuestradores y políticos, pero podemos verlo desde otro punto. Hay corrupción en donde sea, en la escuela, en oficinas, en la propia tienda, todo esto lo digo en razón de que ya es una tradición el que se saque a la luz pública como los comerciantes hacen su “agosto” en diciembre, en primer caso, en las festividades de la Guadalupana, dejando a un lado el fervor y la fe inmersas en las procesiones, y el hecho de que las personas tienen que comer, son las propias personas, los locatarios de comida, que alteran sus básculas para dar menos producto al mismo precio, sacando así una ganancia mayor y a expensas de otros, también, en los puestos de garnachas, donde comúnmente los peregrinos van a saciar su hambre son asaltados a ojos visto, cobrándoles 400 pesos por dos refrescos y unas cuantas garnachas. Lo peor del asunto es que al exponer este tipo de personas, se indignan y consideran que hay otros rateros sueltos a los que deben vigilar, y no consideran en la corrupción en la que caen y la que ellos mismos se quejan. Se podrá decir que este engaño es el resultado de una economía inestable, de precios altos y de muchas necesidades, aun así, se esta cometiendo un delito del que somos cómplices.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Filosofía violenta


Este escrito, se podría decir que es el hermano del anterior que lo titulé “Filosofía popular”, en el cual mencionaba que la filosofía parece ser un pequeño bicho entre la vida de la mayoría de las personas. Al terminar de escribirlo, consideré el lado contrario del escrito, y llegué a pensar que es posible que la filosofía no está tan marginada como se piensa, quizás la filosofía ha perdurado no sólo en las salas de estudio, en universidades y en círculos cerrados de gente “intelectual”, posiblemente está entre nosotros de una forma fantasmal, podría decir que hasta maléfica o manipuladora. Esto lo afirmo en razón de la lectura de varios autores, y en los que concuerdo en algunos puntos. Antonio Caso considera que la mayoría de las personas su vida se rige en función de una llamada “existencia por economía”, es decir, en “sacar el mayor provecho con el menor de trabajo”. Esta existencia por economía, a mi parece considera que las relaciones interpersonales, se basan en un “te doy, pero me das”, el desinterés amistoso queda reducido al contexto, el lugar, el tiempo que disponen las dos personas y el aprovechamiento que saque cada una de ellos. El individualismo, donde la comunidad queda al margen de “Quiero trabajar para poder viajar, tener mi carro, mí casa, etc.” “Yo quiero...” Por otro lado tenemos la maldición del cartesianismo, el Yo centro de toda certeza, hombre racional que todo matematiza y desdeña “lo oscuro” de lo sentimental, el yo es masculino, pues es el HOMBRE quien piensa, mientras que las mujeres alteran su verdad con sentimientos banales y absurdos. La vida es reductible a un plano cartesiano, es positivo y negativo, útil, práctico y científico. Fuera de estas coordenadas, se va a lo absurdo, a lo otro, a la mentira, a lo falso y fácil diría Nietzsche, pues considera que la muerte de la metafísica (la verdad, el ser y la teoría del conocimiento por decir algo de la metafísica) es porque el hombre “no quiere el ser”, es decir, no quiere la verdad, sino la falsedad, el engaño, la máscara., pues es más fácil. Lo “otro” ahora es visto como posible, pero se tuvo que llegar al escepticismo contemporáneo (el nihilismo) para dejar ver una liberación sexual, estudios de género, una teoría queer, descubrimiento de un sentimiento de cultura, la poesía misma hace tiempo que ha estado ahogada por Platón. Pues se consideraba que la actividad creadora era de esclavos, y el crear, el trabajar con las manos un poema, el artista propio, era un esclavo. El cuerpo como prisión del alma, se tenía que purificar con la razón, por esto las ciencias técnicas, tienen mayor peso que las sociales, estamos en un mundo cartesiano, pues Descartes consideraba que los animales eran los perfectos autómatas, desdeñándolos de cualquier otra actitud, y al hombre lo paso casi trayendo, pues qué es lo que vemos actualmente, sino robots enchufados al Mp3 o al Ipod, al celular, al internet (también me queda el saco pues ocupo una computadora para escribir esto) la lógica aristotélica esta enredada en las computadoras, y se nos ha pasado a nosotros como una enfermedad.


Se ha creado un monstruo, pues Adorno considera que la metafísica ha producido un Auschwitz, es decir, un centro de concentración donde fueron matadas miles de personas por un ideal, un ideal de voluntad, que algunos consideran se germinó en Nietzsche, el propio que dijo que Dios había muerto para darle vida al superhombre, esta voluntad de poder, no está más que basada en un yo de voluntad, un ser absoluto, el propio Hegel pasa por estas líneas, y más atrás encontramos el Cogito cartesiano. Todo esto parece ser que la filosofía si está presente en nuestras vidas, pero como un tufo, una sombra que ha enfermado a la humanidad, dado que el hombre es un “ser racional”, su racionalidad ha hecho de la filosofía lo que es, una filosofía violenta, que a pesar de su fe en sus proyectos, tarde o temprano ha pasado por una etapa de desolación por haberse lastimado así mismo.