domingo, 21 de diciembre de 2008

No me apresures


En ocasiones nos desesperamos por la lentitud de la red, con la lentitud en que abren las páginas en la computadora, queremos que nos atiendan rápido en la tienda, en papelerías, restaurantes, mercados, etc. En la calle, quisieran los conductores de autos volar, pasar por encima del carro que les impide avanzar. Siempre corriendo, desesperadamente, en contra del reloj.

Carl Honoré, periodista, conocido principalmente por su apoyo al movimiento Slow. Escribió Elogio a la Lentitud, libro que difunde este pensamiento de la lentitud. C. Honoré considera que la lentitud actualmente desespera, quizás en consecuencia de que estamos en un mundo de alta velocidad. La filosofía Slow puede delimitarse en lo dicho por Honoré: “Dedicar a las cosas el tiempo que merecen”. No apuesta por la lentitud total, sino por un equilibrio, por apreciar las cosas, hacerlas bien, en lugar de hacer mucho, en pocas palabras en desacelerar.

En los últimos 30 años, afirma Honoré, se ha visto una aceleración del mundo, pues en los 90° es cuando surgen los adictos al trabajo, Workoholics, o yuppies. Se le indica al sujeto que tiene que hacer muchas cosas a la vez, para superarse, triunfar y resaltar. Es desde pequeños que se nos dicen frases como: “Venga, date prisa” “Camina más rápido”… Al parecer se nos “envenena con la rapidez” desde la infancia. Las consecuencias de este tipo de vida son claras actualmente, pues hay mayor estrés, depresión, obesidad (consecuencia de la comida rápida), fracaso en las relaciones amorosas, dificultad para relacionarnos, alto absentismo laboral, por mencionar algunos. Efectos como el estrés, o el efecto burn-out, quizás sean consecuencias de esta forma de vida, que nos impulsa a hacer muchas cosas, con rapidez, pagando un precio. Varias actividades que requieren tiempo se han modificado para las personas “sin tiempo”, se ha llegado a querer tomar clases de yoga en 15 minutos, el caso mejor visto es la comida rápida.

La música es escuchada mientras se conduce o camina, ya no se aprecia en descanso, se lee el periódico pero también se ve la tele, se habla por teléfono mientras se trabaja, es decir, se hacen ambas cosas, pero no con la dedicación que se merece.

Consejos rápidos para una vida más lenta.

1.- Hacer menos cosas. Entre más apretada este la agenda, mayor será el tiempo requerido para realizarlas, entre menos actividades se tenga, menor será el agotamiento y el estrés.
2.- Aprender a cocinar. El arte culinario, requiere de paciencia, pues no se puede pedir que salga un pastel en 15 minutos. Aprender a cocinar, enseñará a tener paciencia y poner énfasis en el procedimiento del hacer diario con tranquilidad.
3.- Apagar la televisión. La mayoría de las personas pasa mucho tiempo frente al televisor, desperdiciando tiempo que considera libre.


Para finalizar, se puede decir que la filosofía slow, conlleva a un mejoramiento de la vida, a una ecología, pues también considera aspectos como el medio ambiente, pues el entorno en el que se desenvuelve el individuo es fundamental para su salud, y un entorno tranquilo. El apreciar una buena comida, hecha con ingredientes cultivados cerca del lugar de distribución, tener la delicadeza de pasar tiempo de calidad con la pareja, leer con calma, caminar, y varias actividades más, con este tipo de pensamiento nos ayuda a mejorar. Un ejercicio el cual aconseja C. Honoré, y que puse en práctica es, el de estar parado en alguna esquina de la ciudad, y ver como pasa la gente para ver como va a prisa, caminado con rapidez, siempre a prisa. Considerando que Xalapa es provincia, se ve aun la rapidez inmersa, ahora trasladar el ejercicio como en la Ciudad de México, pues la velocidad se a crecenta. Es tiempo de tirar el reloj, que nos mantiene encadenados, y apreciar las cosas de la vida, de hacer las cosas con calma.

1 comentario:

Schuldiner dijo...

Planteate lo siguiente: Estas en un mundo que se mueve a una velocidad, pero deseas calmarte, y pensar mejor las cosas, darles un sentido y su tiempo. Eres marginado. Vas a ser inútil en un mundo que se mueve mas rápido que tú, y quedaras fuera del sistema.

Admito que la idea es extraordinaria, y es claro sintoma de lo que ocurre hoy en dia, pero como en todas las cosas, debe existir el equilibrio para no caer en el extremo. No podemos pretender que un filósofo realize una valoración de determinado tema en 2 min, puesto que solo su reloj interno cuenta para estas actividades.

Es algo parecido a lo que menciona Stephen Hawking en "Brevísima historia del tiempo". Cada uno tiene un reloj interior, lo que ocurre es que intentamos compararlo y adaptarlo a otros, tu trabajo, tu familia, etc, siendo que es algo completamente propio, y si bien se puede adaptar para una mejor convivencia con los demas, nunca se debe perder, o caemos en la vorágine del tic-tac